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SOBRE LA UNIDAD POPULAR y EL SOCIALISMO.

 

Nota publicada el Sabado 25 de Julio de 2015

en el diario La Juventud de Montevideo.

25 de julio de 2015 a las 21:41

 

Como integrantes de AP-UP, meses atrás hemos terminado

con el periodo electoral y disfrutamos de haber alcanzado

el principal objetivo: obtener una tribuna para los

oprimidos en el parlamento, confirmando además en las

pasadas elecciones municipales, tener un piso de apoyo

de 20.000 orientales.

 

Todos los grupos de la AP-UP, adherimos al socialismo cómo aspiración, pero por tener bases ideológicas diferentes o por diferencias incluso entre una misma concepción general, pareciera a menudo, que hablamos de sociedades a futuro bien distintas cuando hablamos de socialismo; y también nos diferenciamos sobre cuál debería ser en términos generales el método o el camino para alcanzarlo…

 

Algunos nos preguntamos, ¿por qué tipo de sociedad socialista se estará dispuesto a trabajar?, a participar, a comprometerse activa y masivamente…, más allá de que además la llamen o no así, (lo importante será que en los hechos esto ocurra).

 

 

Desde los primeros pasos del pensamiento político en nuestro Siloismo, (una década antes de que surgieran los partidos humanistas), desarrollamos  la idea de que el capitalismo era inhumano y el socialismo podía ser una aspiración compatible con la liberación humana.

 

Ahora de cual socialismo estábamos hablando, ¿de todos los socialismos? …evidentemente no…que ejemplos históricos, que modelos podían ser referencia…porque desde Hitler a Gandhi, incontables han sido los que han concebido y utilizado esa palabra y en muchos casos, para justificar los más horrendos crímenes contra la humanidad; crímenes no en nombre de la libertad para explotar como se hace en el mundo capitalista, sino crímenes en nombre de la solidaridad, de la igualdad, crímenes en nombre del pueblo y de los oprimidos.

 

Los humanistas cuando hablamos de socialismo, nos imaginamos básicamente una sociedad sin violencia, donde la opresión no tenga lugar, ni se la pueda justificar en nombre de nadie o de nada.

 

El fracaso del llamado socialismo real, debe ser objeto de un estudio serio, sin prejuicios, con la intención de aprender para no repetir los mismos errores y horrores. Una sociedad que aspire a evolucionar hacia un sistema donde no exista opresión, debe atender claramente al tema del poder y contemplar cual será la vía para obtenerlo, y en manos de quienes estará un nuevo poder a salvo de cualquier opresión.

 

No habrá socialismo, con un Estado opresor, burocrático, con personalismos y dirigismos, con seres que citan al pueblo mientras asesinan a los hijos del pueblo, por supuestas razones de Estado o para defender lo que ellos llamen revolución. No habrá socialismos, con paredones y purgas. Se lo podrá mencionar una y mil veces…pero con esos métodos, no surgirá esa nueva sociedad ni “el hombre nuevo”

 

 Desde nuestra óptica, el fin determina los medios, no los justifica. Si queremos un socialismo acorde a las mejores aspiraciones humanas , tendrá que ser por esencia libertario y no violento…; personalmente me causa curiosidad , como luego de los estrepitosos fracasos del socialismo en el país más grande del mundo (la Ex URSS) y en el más poblado del mundo (China), se sigue insistiendo con concepciones autoritarias , con creencias de que el camino solo será posible imponiéndose por la fuerza, “por un pueblo en armas” y luego sosteniéndose también por la fuerza y la represión a los opositores de la supuesta revolución. ¿Es que no se aprendió nada de esas experiencias?, ¿repetiremos otra vez la misma brutalidad?

 

La monstruosa dictadura económica actual legitimada por las democracias formales, no lograra evolucionar de la mano de otra dictadura más humana; los hechos nos marcan que surgirá “una nueva clase” que monopolizara las superestructuras a su servicio por más que tenga una base socialista. Para nosotros el socialismo autoritario no es el socialismo al que aspiramos. Demasiado horror se ha cometido contras los pueblos en nombre de este tipo de socialismos.

 

Insistimos en que al opresor, al bruto, al insensible, al inhumano, hay que llevarlo al terreno donde es más débil. Así como a un tigre no es conveniente encontrarlo en la jungla o a un tiburón no se lo enfrenta mano a mano en el agua; debemos llevar al opresor , al terreno de la exposición pública, de la información sobre su atroz proceder, dejar así descubierto sus crímenes, estafas, robos, impunidad, manipulación. Dejándolos al descubierto, la conciencia de los oprimidos se irá modificando  y se irá abandonando el accionar actual en general diletante y confuso de las grandes mayorías, que suelen participar catárticamente cuando los abusos cambian de escala, pero no reaccionan ante los usos opresivos del presente; incorporados como naturales desde la misma educación familiar en gran medida y reforzados por la educación institucional, alejada en términos reales de todo pensamiento crítico.

 

Para los humanistas, la vía hacia el socialismo es la DEMOCRACIA REAL, porque SOCIALISMO es sinónimo de DEMOCRACIA ECONOMICO-POLITICA.

 

Democracia real o directa, no violencia activa, plena vigencia en los hechos de todos los derechos humanos, convergencia en la diversidad en una misma dirección,  y nuevos paradigmas basados en el ser humano como valor central; tanto en la salud, la educación y la cultura, son para nosotros los contenidos y el camino para ese socialismo.

 

La revolución en el mundo de hoy, debe asumirse también como revolución tecnológica al servicio del hombre y debe ser humanizante en lugar de dictatorial, esforzándose por eliminar todo tipo de sufrimiento.  Nuestro socialismo es antiimperialista, antiarmamentista y antibelicista. Nos repugnan todas las guerras; nada bueno rescatamos de los conductores de los Estados que intervinieron en las llamadas guerras mundiales del siglo pasado; nada bueno rescatamos de los genocidas perdedores, ni de los genocidas ganadores.

 

Aspiramos a la revolución socialista no de un modo gradual al estilo de los reformistas, sino drástico e integral. Confíamos para eso en la aceleración del tiempo histórico, el saber poner la revolución tecnológica a favor de los oprimidos y en la presión social de las nuevas generaciones; en buena parte portadora de una nueva sensibilidad, que vibra con lo que construye y no con lo que destruye. Sin el surgimiento de una generación de desobedientes civiles y sociales, será difícil encontrar el núcleo vital humano del motor revolucionario.

 

Hasta ahora, en general se ha pensado que el cambio revolucionario debe efectuarse haciendo uso de la violencia. Gandhi y Luther King mostraron el siglo pasado otro camino de lucha que debe ser explorado al máximo.

 

Es necesario profundizar en las tácticas de acción directa no violentas, como la huelga revolucionaria y la producción de efectos demostración, de acciones donde en determinados puntos (localidades, municipios, alcaldías); un nuevo sistema este funcionando.

 

La acción vecinal, la acción barrial, con el signo socialista libertario, en el modo de producir, de decidir, de dar solución a los conflictos locales, de tratarnos entre las personas; puede ser el mejor ejemplo a pequeña escala, de algo que después podrá contagiar e inspirar a otros. No basta con las condiciones objetivas, para que se produzcan los cambios; es necesaria una revolución desde y en la subjetividad, donde los seres humanos captemos que en estos años que siguen, se define en nuestra civilización, si entramos en la verdadera historia humana o sucumbimos en el caos total.

 

Cuanto individualismo, cuantas mezquindades, tendremos que superar para alcanzar ese mundo soñado en tantos lugares y momentos diferentes…; sin un cambio personal, en nuestros valores, en nuestro modo de relacionarnos con el oprimido y en un modo de comprender la verdadera miseria de los opresores, no vemos por donde se concretara el cambio, se recite lo que se recite…se hagan canciones y banderas…forzadamente, no llegara esa sociedad…

 

Necesitamos ejemplos del nuevo mundo al que aspiramos, necesitamos mostrarlo en pequeño, necesitamos nuevas comunas de Paris.  La posición de nuestro socialismo es clara: el nuevo espíritu socialista libertario es humanista, solidario y amante de la vida. Es pacifista, ecologista y no-violento activo. Y por supuesto que nuestra no –violencia activa, consagra tanto en la vida personal como en la acción social, el derecho a réplica o a la autodefensa armada de un individuo o un pueblo frente a la agresión criminal del autoritarismo.

 

Pero una cosa es autodefensa y otra alentar a tomar las armas como método de lucha, “las verdaderas armas” que hoy los pueblos deben utilizar, y que los revolucionarios tenemos que alentar a tomarlas; son la inteligencia, la sensibilidad, la coherencia personal con las mejores aspiraciones , las tareas compartidas en paridad,  la convergencia unificada de las diferentes luchas, la apuesta por el poder en muchas manos, tantas, tantas que no se nos pueda contar, ni controlar.

 

Integrante del PH Internacional  

Fundador del Partido Humanista del Uruguay

Integrante del Equipo Coordinador Nacional

Daniel Rocca 

 

Julio 2015.

               Daniel Rocca - PH Internacional- ECN 

                                      Partido Humanista

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